El Backmasking, es una técnica sonora en la que los sonidos son grabados a la inversa sobre una pista musical pensada para ser tocada hacia adelante. El Backmasking es un proceso premeditado, por lo que es causa de muchas controversias, en especial cuando se relaciona con mensajes subliminales en la música rock y pop.
Esta práctica de manipular la música grabada, comenzó en la década de 1950, cuando llega la música concreta. Los Beatles, fueron los responsables de popularizar el concepto de backmasking.
Muchos son los músicos que han grabado de forma deliberada mensajes invertidos en sus canciones, en principio para eludir la censura y hacer declaraciones de tipo social, como Frank Zappa en sus primeros álbumes.
Pero gran parte de la polémica que genera esta práctica, es resultado de los supuestos mensajes satánicos en la música heavy metal, aunque algunas de estas canciones no son necesariamente satánicas, sino anti-cristianas o de temática violenta.
Fito Paez grabó en los últimos segundos de la canción «Tumbas de la Gloria», unas palabras que son incomprensibles al derecho, pero al revés en la última parte, menciona a tres músicos ya muertos (Sid Vicious, Jim Morrison y Jimi Hendrix).
Muchos de los mensajes invertidos, son parodias haciendo burla de la polémica. En la década de 1980 unos músicos de rock cristiano, incluyeron deliberadamente backmasking con mensajes evangélicos como burla a la preocupación del uso de esta técnica.
La lista de artistas acusados de hacer uso de ella, cuenta con nombres tan conocidos como Eminem, Britney Spears, Don Omar, Gloria Trevi, Madonna, Nirvana, Paulina Rubio, Prince, Queen, Ricky Martin, Shakira, Monica Naranjo, Lady GaGa…
Hay quienes dudan de la validez de esta técnica, argumentando que una serie de sílabas aleatorias pronunciadas en diversos acentos, pueden ser plácidamente interpretadas como cualquier cosa.