Música y desarrollo: La didáctica de la música.
La música coordina mente y cuerpo. El ser humano, desde el mismo momento del nacimiento e incluso mucho antes, presenta una atracción casi irrefrenable por los patrones y estructuras musicales.
La música se emplea para fomentar la memoria y el aprendizaje de palabras y sirve para que el niño interactúe con otras personas y, por tanto, mientras más involucre a sus hijos en la música, más aprenderán.
De recién nacidos los bebés diferencian antes melodías conocidas y las entienden mucho antes que la palabras, su conversación es cuasimusical (balbuceos, vocalizaciones…) esperando su turno y contestando durante las pausas. A menudo responden si se les canta, con movimientos y tienen una capacidad especial para identificar patrones de movimiento asociados a canciones y bailes.
Ya hasta el año y medio se mueven, en cuanto pueden, conforme a un ritmo y disfrutan completando frases inacabadas en las canciones y en la etapa de los 18 a 36 meses la capacidad memorística se desarrolla con el recuerdo de la letra de las canciones, la socializazión, la coordinación y la motricidad se fomentan mediante el baile.
Legan a asociar canciones con actividades lo que es gran salto cualitativo en el aprendizae y de este modo logran entender la conexión de las cosas y usan la música ellos mismo con el fin de enfrentarse a las transiciones.